¿Cuánto cuesta un kWh en México? Guía de tarifas CFE y ahorro solar

Información sobre Paneles Solares
4/11/25
Si alguna vez has abierto tu recibo de luz y te has preguntado por qué la cifra parece cambiar tanto de un bimestre a otro, no estás solo. La clave está en entender el costo del kilovatio-hora (kWh). En México, no pagamos un precio fijo; la CFE usa un sistema de tarifas escalonado que puede ser confuso. En pocas palabras, cada kWh extra que consumes puede salirte mucho más caro que el anterior, y ahí es donde el recibo se dispara, especialmente para los usuarios en la temida tarifa DAC.
Desglosando tu recibo de luz de CFE
Para entender de verdad cuánto cuesta un kWh en México, imagina que tu consumo de luz es como subir una escalera. Los primeros escalones son baratos y subsidiados, pero a medida que subes, cada escalón te cuesta más.
La CFE subsidia los primeros kilovatios-hora que usas cada mes, manteniéndolos a un precio accesible. El problema es que, una vez que pasas ese límite, el precio por cada kWh adicional se dispara. Este sistema busca incentivar el ahorro, pero en lugares como Cancún y la Riviera Maya, donde el aire acondicionado es más una necesidad que un lujo, es increíblemente fácil llegar a los escalones más caros sin darte cuenta.
Este gráfico lo deja muy claro: mira cómo el costo por kWh sube de forma dramática al pasar del consumo básico al intermedio y, finalmente, al excedente.
Como puedes ver, los últimos kWh que consumes en el mes son los que realmente inflan tu factura. Es un golpe silencioso que no notas hasta que llega el recibo.
Para que quede más claro, aquí tienes una tabla que simula cómo funciona este sistema escalonado en tu factura.
Ejemplo del sistema escalonado de CFE en tu recibo
Esta tabla ilustra cómo la CFE te cobra la luz. Observa cómo el precio por cada kWh se dispara a medida que aumenta tu consumo, pasando de un costo subsidiado a uno mucho más alto.
Entender esta tabla es crucial. Muestra que no se trata solo de cuánta luz usas, sino de en qué "escalón" de consumo te encuentras, lo cual determina el precio final.
La variación de costos por región
Y para complicar un poco más las cosas, no todos en México pagamos lo mismo. El costo del kWh varía bastante según la región. Por ejemplo, un usuario doméstico en la región central que consume más de 150 kWh al mes paga alrededor de $1.2476 pesos por kWh. En cambio, en el Valle de México, esa misma tarifa es de apenas $0.6807 pesos por kWh, ¡casi la mitad!
El verdadero desafío no es solo cuánto consumes, sino a qué precio estás pagando esos últimos kilovatios. Ese es el factor que puede duplicar o triplicar tu recibo de luz.
Comprender cómo funciona este sistema es el primer paso para tomar el control de tu gasto en electricidad. Una vez que sabes cómo te cobran, puedes empezar a buscar formas de reducir tu consumo o, mejor aún, generar tu propia energía. Si quieres una guía completa para descifrar cada detalle, puedes aprender a interpretar cada sección de tu recibo de luz CFE en nuestro artículo. Esta información es oro puro para cualquier hogar o negocio en Quintana Roo que quiera optimizar sus finanzas.
Descifrando las tarifas de CFE para tu casa o negocio
Para saber cuánto cuesta un kWh en México, lo primero que hay que entender es que la CFE no maneja un precio único. Es más como un menú con diferentes opciones, diseñado para distintos tipos de consumidores. Separa muy bien lo que paga una casa de lo que paga un comercio o una fábrica.
Cada una de estas tarifas tiene su propia forma de calcular los precios, sus propios subsidios y sus reglas del juego. Saber en cuál estás es el primer paso para, por fin, tomar el control de lo que pagas de luz, ya sea en tu casa en Cancún o en tu negocio en la Riviera Maya.
Las tarifas de casa con subsidio del gobierno
La gran mayoría de los hogares en México están en las tarifas de la serie 1, que van de la 1, 1A, 1B, 1C, 1D, 1E a la 1F. Estas tarifas tienen un buen apoyo del gobierno, lo que ayuda a que el costo por kWh se mantenga bajo, claro, siempre y cuando no te pases de un cierto límite de consumo.
La letra que acompaña al "1" (A, B, C...) depende de qué tan calurosa es tu ciudad. Por ejemplo, en Quintana Roo, con nuestro clima tropical, normalmente nos tocan las categorías más altas. Esto es una ventaja porque nos dan un límite de consumo con subsidio un poco más amplio, pensando en el uso del aire acondicionado.
La tarifa DAC: donde empiezan los problemas serios
Ahora, el verdadero dolor de cabeza para muchos por acá es la temida Tarifa Doméstica de Alto Consumo (DAC). Esto no es una tarifa normal a la que te inscribes; es más bien un "castigo" al que te manda la CFE cuando tu consumo promedio mensual se pasa del límite que tienen para tu zona.
Una vez que caes en la tarifa DAC, le dices adiós a todo el subsidio del gobierno. El resultado es brutal: el precio que pagas por cada kWh se puede hasta triplicar, y tu recibo de luz se dispara al cielo, muchas veces sin que te dieras cuenta.
¿Y qué pasa con los negocios y la industria?
Para las empresas, el asunto es todavía más enredado. Las tarifas para negocios, como la PDBT (Pequeña Demanda Baja Tensión) o la GDMTH (Gran Demanda Media Tensión Horaria), tienen una estructura de cobro completamente distinta.
En estas tarifas, un negocio no solo paga por la energía que gasta (el kWh), sino que le cobran por otros conceptos que son clave:
- Demanda facturable: Es un cobro que se basa en el momento de mayor consumo de electricidad que tuvo el negocio. Es como pagar por tener esa capacidad disponible, la uses o no todo el tiempo.
- Distribución: Básicamente, es pagarle a CFE por usar sus cables y postes para llevar la energía hasta tu local.
- Cargos por horario: En tarifas como la GDMTH, el precio del kWh cambia dependiendo de la hora. Hay un horario "base" (barato), uno "intermedio" y uno "punta", que es el más caro de todos.
Toda esta complejidad hace que controlar el gasto de luz sea un reto enorme para cualquier empresa. Si quieres meterte más a fondo y entender cuál es la tuya y cómo funciona, te recomendamos echarle un ojo a nuestra guía completa sobre las diferentes tarifas de luz de CFE. Créeme, saber bien dónde estás parado es fundamental para empezar a ahorrar de verdad con paneles solares.
La tarifa DAC: el enemigo silencioso de tu cartera
Caer en la Tarifa de Alto Consumo (DAC) es mucho más fácil de lo que te imaginas, sobre todo si vives en un lugar como Cancún o la Riviera Maya. Seamos sinceros: aquí el aire acondicionado no es un lujo, es una necesidad para sobrevivir al calor y la humedad, lo que dispara nuestro consumo de luz casi sin darnos cuenta.
El problema arranca porque la CFE establece un límite de consumo mensual que tiene subsidio para cada región. Una vez que tu consumo promedio rebasa ese umbral, ¡zas!, te cambian automáticamente a la Tarifa DAC. Es como si, sin avisarte, te sacaran de la fila con descuento y te pasaran a la VIP, pero con precios por las nubes.

¿Por qué es tan peligrosa la tarifa DAC?
La razón principal por la que la Tarifa DAC destroza tu economía es simple y brutal: pierdes el 100% del subsidio del gobierno. De un día para otro, cada kilovatio-hora que usas te cuesta a precio completo, que puede ser hasta tres o cuatro veces más caro que lo que pagabas antes.
El cambio es tan drástico que un pequeño descuido en tu consumo puede hacer que tu recibo se duplique o hasta triplique de un bimestre al siguiente. Y lo más frustrante es que no hace falta derrochar energía a lo loco para caer aquí; a veces, con solo usar un poco más el aire acondicionado en los meses de más calor, es suficiente para cruzar la línea.
La Tarifa DAC no solo te cobra más por la luz, sino que mete una incertidumbre tremenda en tus finanzas. Pierdes por completo el control sobre uno de los gastos más importantes de tu casa.
Para que quede más claro, vamos a verlo con un ejemplo real.
Un ejemplo real del impacto de la tarifa DAC
Imagina una familia en Cancún cuyo consumo mensual promedio está justo al límite de la tarifa con subsidio. Un mes, por una ola de calor, usan los aires acondicionados más de lo normal y se pasan por unos cuantos kWh.
- Antes (con subsidio): Pagaban un promedio de $2,500 MXN en su recibo bimestral.
- Después (en Tarifa DAC): Al perder el subsidio, su siguiente recibo se dispara a $7,000 MXN o más, aunque su consumo ni de chiste se triplicó.
Este salto desproporcionado pasa porque ahora pagan una tarifa mucho más alta por toda la energía que consumen, no solo por el poquito que se pasaron. Es este efecto multiplicador el que convierte a la Tarifa DAC en una verdadera trampa financiera.
Justo por esto, las casas y negocios en DAC son los candidatos perfectos para la energía solar. Les permite generar su propia electricidad y reducir su pago a CFE hasta en un 95%, diciéndole adiós para siempre a la angustia y a los recibos impagables.
El costo de la energía para la industria en México
Para cualquier negocio, ya sea aquí en Cancún o en cualquier otro rincón del país, la electricidad no es simplemente una factura más. Es un factor decisivo que puede marcar la diferencia entre ser competitivo o quedarse atrás. A diferencia de lo que pagamos en casa, la industria mexicana se enfrenta a tarifas mucho más complejas, donde el precio del kWh es solo el comienzo de la historia.
Las empresas no solo pagan por lo que consumen, sino también por conceptos como la demanda facturable. Esto es, en esencia, un cargo que se basa en el pico máximo de potencia que utilizan en un momento determinado. ¿Qué significa esto en la práctica? Que un solo día de producción a toda máquina puede inflar la factura de todo el mes, aunque el resto de los días el consumo haya sido moderado. Esta estructura hace que sus costos eléctricos sean mucho más altos y, sobre todo, más difíciles de predecir.
El impacto de los costos que no paran de subir
Este aumento constante en el precio de la energía industrial pega directamente en los costos de operación y, por lo tanto, en la rentabilidad de cualquier empresa. Durante 2024, el precio promedio de la electricidad a nivel nacional alcanzó los 924 pesos por megavatio hora (MWh), lo que se traduce a unos $0.924 pesos por kWh. Este número representa un incremento del 14% respecto al año anterior, una subida que cualquier negocio siente directamente en su flujo de caja. Si te interesa profundizar en el panorama energético nacional, puedes leer más en este análisis detallado de Mexico Industry.
Un escenario de costos tan volátiles y en constante aumento obliga a las empresas a buscar soluciones de raíz para proteger su estabilidad financiera.
La energía solar: una jugada estratégica de negocio
Para los negocios en Quintana Roo, invertir en un sistema de paneles solares es mucho más que una medida para ahorrar. Es una decisión de negocios inteligente que los blinda contra la montaña rusa del mercado eléctrico. Al generar su propia energía, las empresas logran:
- Estabilizar sus costos: Básicamente, congelan el precio de su energía a largo plazo, protegiéndose de los futuros aumentos de la CFE que sabemos que vendrán.
- Reducir gastos operativos: Recortan de manera drástica uno de sus costos fijos más pesados, lo que libera capital para reinvertir en crecimiento, personal o maquinaria.
- Obtener beneficios fiscales clave: En México, la ley permite que las empresas deduzcan el 100% de la inversión en energía solar en el primer año fiscal. Esto acelera muchísimo el retorno de la inversión.
Para un negocio, instalar paneles solares no es un gasto, es una inversión en certidumbre. Transforma un costo variable e impredecible en un activo que genera ahorros y beneficios fiscales por más de 25 años.
Genera tu propia energía a un costo fijo por más de 25 años
Después de ver cómo las tarifas de la CFE, sobre todo la Tarifa DAC, suben casi sin avisar, la jugada más inteligente es clara: tomar el control de tu propia energía. Instalar paneles solares en tu casa o negocio en Cancún es dejar de ser un inquilino de la CFE para convertirte en tu propio productor de electricidad.
Piénsalo de esta manera: es como comprar la electricidad que vas a necesitar para las próximas décadas, pero al por mayor. En lugar de pagar un precio que cambia y siempre va para arriba, aseguras un costo fijo y totalmente predecible por más de 25 años. Esa es la vida útil garantizada de los paneles solares. Una inversión que se paga sola en 3 a 5 años y te blinda por completo de los futuros aumentos.

¿Cómo funciona el sistema con la CFE?
Lejos de ser un divorcio con la CFE, la energía solar es más bien una alianza estratégica. Tu sistema de paneles se conecta a la red eléctrica a través de un medidor bidireccional, que es la pieza clave de todo este engranaje.
Este medidor es mucho más listo que el que tienes ahora. Su trabajo es registrar dos cosas muy simples:
- La energía que tomas de la red: Esto pasa sobre todo en la noche o en días muy nublados, cuando tus paneles no están produciendo.
- La energía que tus paneles generan de más: Durante las horas de sol intenso, es muy común que produzcas más electricidad de la que estás usando en ese momento. Ese excedente no se desperdicia, se envía a la red de la CFE.
Esa energía que le mandas a la red se va acumulando como un saldo a tu favor, como si tuvieras un "banco de energía" que la CFE te guarda. Al final del bimestre, tu recibo solo muestra la diferencia entre lo que consumiste de la red y lo que le aportaste. Para quienes están en la tarifa DAC, esto se traduce en una reducción de la factura de hasta un 95%.
Si esta idea te suena bien, puedes conocer más a fondo sobre el costo de la energía solar y su retorno de inversión en nuestra guía completa.
Un ejemplo real de ahorro y retorno de inversión
Vamos a un caso práctico. Un cliente nuestro en Cancún estaba atrapado en la Tarifa DAC y sus recibos bimestrales ya superaban los $8,000 MXN. Era una locura.
Le instalamos un sistema de paneles solares diseñado justo para su consumo. ¿El resultado? Su recibo de luz se desplomó a un pago mínimo a CFE de unos $100 MXN bimestrales. La inversión inicial se recuperó por completo en menos de 4 años, convirtiendo un gasto frustrante en un activo que no solo le genera ahorros por décadas, sino que también aumenta el valor de su propiedad.
Preguntas frecuentes sobre el costo de la luz y paneles solares
Aquí te resolvemos las dudas más comunes que nos llegan sobre las tarifas de la CFE y cómo la energía solar se ha convertido en la solución definitiva para dejar de preocuparte por el recibo de luz. Vamos al grano, con respuestas claras y enfocadas en lo que de verdad necesitas saber para tomar la mejor decisión en Cancún y la Riviera Maya.
¿Cuánto puedo ahorrar en mi recibo de CFE con paneles solares?
El ahorro exacto siempre va a depender de tu consumo, pero para que te des una idea, un hogar en la temida Tarifa DAC aquí en la Riviera Maya puede llegar a reducir su pago a CFE hasta en un 95%.
Esto no es un truco. Se traduce directamente en decenas de miles de pesos que se quedan en tu bolsillo cada año. Pero lo más importante es que te blindas para siempre contra los futuros e inevitables aumentos en las tarifas eléctricas.
¿Cómo funcionan los paneles si CFE sigue siendo mi proveedor?
Es una duda muy común, pero el concepto es sencillo. Tu sistema de paneles solares se interconecta de forma totalmente segura a la red eléctrica de CFE.
Durante el día, tu casa o negocio consume la energía que tus propios paneles están generando. Si produces más de la que necesitas en ese momento (lo cual es muy común en un día soleado), ese excedente de energía se va a la red de CFE, y ellos te lo guardan como un saldo a tu favor a través del medidor bidireccional.
Por la noche o en días muy nublados, simplemente tomas electricidad de la red como siempre lo has hecho. La diferencia es que ahora usarás ese saldo a favor que acumulaste para pagar, asegurando que tu recibo llegue en un monto mínimo, prácticamente simbólico.
Piénsalo así: al instalar paneles solares no te desconectas de CFE, sino que cambias las reglas del juego. Dejas de ser un simple cliente para convertirte en un generador de energía que usa la red como si fuera una batería gigante.
¿Cuál es la vida útil de un sistema de paneles solares?
Los paneles solares están hechos para aguantar de todo: el sol intenso de Cancún, la humedad, la lluvia y vientos fuertes. Están diseñados para una durabilidad extrema, con una vida útil que supera los 25 años.
De hecho, la mayoría de los fabricantes de primer nivel, como los que instalamos aquí en Quintana Roo, ofrecen una garantía de producción de 25 años. Esto te da la tranquilidad de que tu inversión seguirá generando ahorros y energía limpia para tu familia por décadas.
¿Qué pasa si me mudo de casa?
Un sistema de paneles solares no es un gasto, es una inversión que le sube el valor a tu propiedad de inmediato. Se convierte en un diferenciador clave que hace tu casa mucho más atractiva para compradores que buscan ahorrar y ser más sustentables.
Aunque no es lo más común, también tienes la opción de desmontar el sistema y llevártelo para instalarlo en tu nuevo hogar.
En Solar Panel Cancún no vendemos paneles, diseñamos soluciones a la medida de tu consumo para que tomes el control de tu energía de una vez por todas. Solicita tu asesoría gratuita hoy mismo y descubre el ahorro real que te espera.
Tus preguntas respondidas
¿Cuánto cuesta instalar paneles solares?
Desde $130,000–$150,000 MXN para 12 paneles de 620 W; 16 paneles $180,000–$200,000; 20 paneles $225,000–$250,000. Incluye materiales, instalación y trámites ante CFE; esquema de pagos 60/30/10. Precios con IVA y sujetos a consumo, techo y tipo de cambio.
¿Cuál es el retorno de inversión (ROI)?
El Retorno de Inversión típico en sistemas interconectados en México es de 2–3 años, con casos de 95–98% de reducción del recibo según sitio y consumo.
¿Qué tipos de paneles ofrecen?
Monocristalinos, policristalinos y bifaciales (generan por ambas caras), seleccionados de marcas Tier 1.
¿Qué garantías están incluidas?
Garantía total de 10 años sobre el sistema instalado; paneles con garantía de fabricante ~25 años; inversores típicamente 10 años.
¿El servicio incluye monitoreo y mantenimiento?
Sí. Monitoreo por 10 años (app e históricos) y mantenimiento simple: limpieza con agua y jabón 1 vez al año. Si aplica garantía, el repuesto no tiene costo; solo se cobra la mano de obra de la visita técnica.






